PROYECTO DE DECLARACIÓN 

 

La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires declara su homenaje a los compañeros de la «Resistencia Peronista» al cumplirse 57 años de la ejecución de golpe cívico-militar del 16 de septiembre de 1955 autodenominado «Revolución Libertadora».

 

FUNDAMENTOS

Señora Presidenta:

 

 

El 16 de septiembre de 1955 un golpe cívico militar derroco al gobierno democrático del Gral. Juan Domingo Perón, que había sido elegido con amplio margen por el voto popular para su segundo mandato.

 

Detrás de consignas democratizantes y de liberación, los sectores de la oligarquía concentrada volvieron al acecho una vez depuesto el gobierno al que repudiaban. Y lo repudiaban porque fue Perón, su líder, el que verdaderamente reconoció la dignidad para una inmensa mayoría históricamente postergada.

 

Ellos querían un país con beneficios para pocos, un interés recurrente en los círculos  oligárquicos cipayos y, orquestando un golpe militar, escribieron otra pagina nefasta en nuestra historia.

 

La «revolución libertadora», como hizo autodenominarse inicialmente, llevo adelante una destrucción sistemática de todo el andamiaje construido por el proceso peronista. Las tres banderas históricas enarboladas por el peronismo de soberanía política, independencia económica y justicia social fueron el blanco de la violencia institucional ejercida desde el aparto del estado y las fuerzas armadas.

 

La justicia social, fue recortada. Los derechos sociales reconocidos fueron diezmados.  Los trabajadores se constituyeron en el primer blanco de ataque y eran despedidos por manifestar su identidad política, en clara muestra de la revancha patronal. La persecución y el encarcelamiento de dirigentes fueron convirtiéndose en una práctica habitual. E incluso la Confederación General del Trabajo fue intervenida por la Marina.

 

Todo este escenario, antes que amedrentar a los trabajadores hizo germinar en ellos la «Resistencia Peronista», legado que quedara guardado en la memoria del pueblo generación tras generación.

 

La independencia económica producto de la creciente industria nacional y un fortalecido mercado interno con consumo extendido fue desbaratada en pos de intereses del capital internacional.

En 1956 Argentina ingresa por primera vez al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional. Las coordenadas las dictaron desde afuera y una obsecuente dirigencia política las ejecuto hacia adentro. Se eliminaron las restricciones al desplazamiento de capitales y se arbitraron todos los medios para la instalación del capital transnacional. La nota de la época fue la transferencia de ingresos desde el sector del trabajo hacia el capital.

 

La soberanía política no fue la excepción. Negaron la política porque esta era la poderosa herramienta que habían alcanzado por primera vez los sectores populares, además de la clase media incorporada a la arena política unas décadas antes. La negación de la política se evidencio con el castigo de un golpe de estado, camuflado en consignas cívicas y republicanas, que no respetó la voluntad del pueblo que había elegido a un gobierno mediante la expresión del voto.

 

Y fueron por la persona de Perón. El presiente de los argentinos fue apartado del gobierno y  hasta es obligado a abandonar el país. Pero si con esas medidas pensaban borrarlo de la escena política, la historia muestra que no lo lograron.

 

Y luego fueron por todos aquellos identificados con su causa. Proscribiendo instancias partidarias, de militancia y de expresión. Pero con esas ordenanzas arbitrarias tampoco pudieron borrarlos de la escena política. Aquí también la historia dio su veredicto.

 

El pueblo argentino, haciendo uso de su ingenio encontró las formas de reivindicarse más allá de las censuras y construyo la «Resistencia». Sabían que la fuerza estaba en su organización. Ya no eran una masa dispersa sino que un pueblo organizado. La unidad de concepción y de acción permitió que mantuvieran encendida la llama del peronismo en los 18 años en los que Perón debió exiliarse.

 

Hoy, a más de 50 años de aquella fecha reconocemos con orgullo a los compañeros que nos precedieron e hicieron una gesta popular sellada con el titulo de “La Resistencia”. Hoy, a más de 50 años también repudiamos firmemente la violencia, la interrupción de la democracia y toda tipo de forma que busque limitar la militancia y la participación política en todos los segmentos de la sociedad.

 

Por estos motivos le pido a mis pares que acompañen este proyecto.